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Homenaje al dibujo de Bus

No sé si alguien recordará las obras de arte que reposaban en el vidrio de atrás de los ejecutivos y busetas de la Capital. Para los que no los recuerdan, los choferes de buses solían pintar mujeres despampanantes, selvas húmedas, animales feroces, caricaturas diabólicas y toda clase de obras que adornaban peculiarmente sus vehículos y que les daban un cierto status dentro del gremio de conductores.
Eran conocidos y cabe decir “reconocidos” por sus flamantes dibujos, que no sólo lucían orgullosos en sus buses y busetas, sino además en una foto en la parte de adelante de sus vehículos, en las salas de sus casas y en ocasiones en sus cuerpos, ya que tatuaban en ellos la misma imagen que los hacía grandes frente a sus compañeros.
Para los amantes y fieles seguidores de este fenómeno, no será extraño además, recordar que cada bus tenía un nombre diferente, “La Elisa”, “Clara Marcela”, “Paola Zuleny”, entre otros muchos nombres de doncellas bogotanas que llenaban los corazones de dichos caballeros del bolante y que ayudaban a darle un mayor reconocimiento al portador de dicha maravilla. No eran más Don Gustavo el de la 22 49, o el Señor Rojas, conductor de la 77 43 sino Don Gustavo el dueño de la “Marianela”, o el señor Rusinque el dueño de la “Deyanira Marcela”.
Desdichadamente para la estética y la cultura citadina, estos especímenes del folclore meramente nacional, han venido desapareciendo, y ya, es sólo posible encontrar algunas muestras de lo que fue dicha expresión, en algunas flotas intermunicipales, pero que no adornan nuestra ciudad, y que más que esa muestra de status que representaban, son como el recuerdo sombrío de aquéllos abuelos que se niegan a olvidar la felicidad de tiempos pasados.
En el día de hoy, me propongo hacer un homenaje a “La Virgen del Carmen”, poseedora de la Virgen del Carmen más bella y conmovedora de toda la ciudad y a La “Milena”, que portaba en sí, una mujer desnuda que no tenía nada que envidiarle a la Venus de Milo; las cuales fueron en los años de 1985 y 1986 primer puesto respectivamente, en la elección del mejor diseño sobre ruedas, por ser las más luminosas y las más reconocidas y apreciadas por los choferes de Bogotá.

1 comentarios:

Filipogs dijo...

Mmm... no sabía eso... claro que en esa epoca ni siquiera estaba en planes.

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