8:47 a. m.

EL DIAGNÓSTICO


Todo empezó con una especie de revolcón en el cuerpo y una sensación extraña en el estómago que no sentía hace mucho tiempo. En el momento en que él entró, me miró y me saludó con sus acostumbrados dos besos, la sensación se hizo más fuerte e intensa.

No era la primera vez que me pasaba sentirme así, pero los síntomas nunca habían sido tan fuertes y generalmente se me pasaban después de unas semanas. No dejaba de resultarme extraño que desde hacía dos meses (justo el mismo tiempo que llevaba de conocerlo) este estado se hubiera convertido en mi pan de cada día. Comencé a notarlo cuando nos veíamos para comer o tomar algo, o cuando quedábamos para ir al cine y nos llenábamos de palomitas, pero después de un par de semanas, me sentía así todo el tiempo.

Al final decidí consultarlo con alguien que supiera de estas cosas. Cuando intenté describir los síntomas, me encontré diciendo que en vez de mariposas en el estómago, lo mío se asemejaba más a una manada de toros ibéricos corriendo dentro de mí, que me aceleraba el pulso, me mareaba, e incluso me dificultaba respirar.

El diagnóstico no me sorprendió en lo absoluto, pues ante lo evidente de los síntomas y después de consultarlo con algunas amigas que también habían pasado por algo parecido, estaba casi segura de lo que me estaba pasando.

Luego de un par de pruebas el doctor me lo dijo claro y fuerte: “Diana, lo tuyo es más común de lo que te piensas, tienes un caso severo de gastritis”. Con el alma de vuelta en el cuerpo, con un inmenso alivio de saber que lo mío tenía cura y con la receta de la misma en la mano, agradecí el diagnóstico y me despedí diciéndo: “Qué dicha doctor que es gastritis, por un momento pensé que podría ser amor”.

5 comentarios:

Filipogs dijo...

Si, a veces los síntomas pueden ser confusos.

Artehaga dijo...

generalmente lo son, es por eso que hay que chequearse regularmente.

Anónimo dijo...

hola Dianita!!

Me sonreí al final con tu respuesta para el médico. Cuando narrabas pensaba que era el corazón, pero afortunadamente era la gastritis. Sigue las indicaciones del médico y consumo buenas frutas no acidas, entre las cuales está la papaya.

Tu prosa sigue siendo deliciosa!

Un abrazo aún sensible por la partida terrenal de mi padre!

::::VARGAS:::: dijo...

Muy divertida la entrada.
Aún más graciosa tu salida.

DINOBAT dijo...

Pasa, hay cosas que pasan...

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